El primer ministro había asociado a los extranjeros con el alza de la delincuencia.
la Iglesia desmintió con abundantes datos las afirmaciones de Berlusconi de que "menos inmigrantes significa menos criminalidad".
La Iglesia católica italiana, cuyo jefe directo es el mismo Papa como obispo de Roma, desmintió a Berlusconi tras una reunión plenaria de los organismos episcopales. "Nuestras estadísticas demuestran que los porcentajes de criminalidad de italianos y extranjeros son análogos si no idénticos", afirmó el secretario general de la asamblea de obispos, monseñor Mariano Crociata.
Crociata dijo que las consideraciones de fondo sobre los inmigrantes debían partir "de la dignidad de cada persona, que no puede ser objeto de prejuicios o discriminaciones, como ha recordado el pontífice". El dato de criminalidad de los inmigrantes es de 1,23%, mientras que el de los italianos es de 0,75%. Pero como el 70-80% de los extranjeros denunciados son irregulares o clandestinos, se debe tener en cuenta que el 87% los casos se refieren a delitos por la mera condición de la clandestinidad.
Por eso monseñor Crociata dijo que "los datos son equiparables entre italianos y extranjeros". Además, señaló que entre las personas de más de 40 años, los italianos cometen más delitos que los extranjeros. En Italia existen 4,5 millones de extranjeros regulares, que constituyen el 7,2% de la población. Se estima que hay además 600 mil inmigrantes clandestinos. Pareció una ligereza culpable, pero Berlusconi dijo en realidad lo que piensa la mayoría de los italianos, que en un 64,7% según los sondeos, creen más inmigrantes son sinónimo de un aumento paralelo de los delitos penales.
Autor: Julio Algañaraz (extracto)
viernes, 12 de febrero de 2010
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