Las novecientas personas que encerraba han sido trasladadas a centros de detención de islas cercanas.
Según los medios locales será reabierto en dos o tres meses como un centro abierto para 150 personas, su capacidad real.
El centro de detención que fue calificado por nuevo gobierno como un “inhumano campo de concentración” fue desalojado el pasado fin de semana tras meses de denuncias por parte de MSF, ACNUR y la plataforma Noborders Lesvos. Se desconoce que pasará con las novecientas personas, incluidos los menores, que han sido trasladados a otros centros de detención.
Después de que más de un centenar de niños se pusieran varias veces en huelga de hambre, que la plataforma Noborders Lesvos llevará a cabo numerosas acciones para denunciar la situación, que Médicos sin Fronteras abandonase su misión en el centro por no poder acceder a los presos, de que la retomara en septiembre de este año y volviese a denunciar las condiciones infrahumanas en las que malvivían estos hombres, mujeres, niños y ancianos procedentes en países pobres y en conflicto como Afganistán, Irak o Somalia y de que, ya durante las últimas semanas, los propios presos incendiaran las celdas para llamar la atención sobre su situación, el gobierno griego ha decidido cerrar un centro que le ha valido alguna de las más graves acusaciones de derechos humanos que se han dado en Europa durante los últimos años. El viceministro de Protección Civil griego, Spyros Vougias, que durante una visita la pasada semana reconoció que “no era un lugar para seres humanos” confirmó su cierre este lunes.
Unos 14.000 inmigrantes han llegado a las costas griegas en la primera mitad de este año, casi el doble que el año pasado. La semana pasada ocho afganos, cinco de ellos niños, murieron ahogados cuando intentaban llegar a la isla de Lesbos.
Autor: Patricia Simón. P+DH
martes, 10 de noviembre de 2009
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